La Guerra con Honduras sólo se recuerda por su nombre, y en el extranjero la
bautizaron como "La Guerra del Fútbol". Pero la razón de ella no fué
estrictamente el fútbol; ésto, que hoy comparto, lo escribí en 1970... lo he revisado
dando mi punto de vista personal, sin que necesariamente sea el correcto; la absoluta
certidumbre es una de las desventajas y retos de la Historia, pues es una ciencia
inexacta, lo cual conlleva a leer dos o varios puntos de vista de un hecho histórico
para llegar lo más cerca posible a la verdad, pero nunca a la absoluta verdad... como
se logra en las Ciencias Matemáticas.
En Julio de
1969 estalló la famosa "Guerra del Fútbol"entre
Honduras y El Salvador. Sucede que el fútbol es la pasión deportiva nacional de
toda América y del mundo... ¡cosa curiosa!... excepto Estados Unidos y los
países hispanos que este ha invadido; ¡allí la pasión es el béisbol!.
Era
evidente esa pasión y tensión de la gente cuando se trataba de fútbol, y más
aún cuando llegaron las eliminatorias para la Copa "Jules Rimet"
a celebrarse en "Méjico" en 1970, cuando en Mi País aún
erróneamente se llamaba oficialmente Méjico al gigante vecino del norte.
El primer
partido eliminatorio se llevó a cabo en Tegucigalpa, Honduras, y faltando
escasos minutos para terminar el mascón, nos clavan un gol y se perdió uno a
cero. El siguiente día los medios de difusión pregonaron que: -"a la
selección no se le dejó dormir la noche anterior por miles de hondureños
haciendo bulla y serenateando al hotel... y el hotel les dio comida que los
enfermó con diarreas...".
El
siguiente sábado le tocó visitar a la selección hondureña, miles de
salvadoreños pasaron toda la noche serenateando y haciendo bullicio en el ahora
difunto hotel Nuevo San Salvador, pegado al también ya difunto correo. El
domingo del partido, el Flor Blanca estaba hasta el topete, y desde las ocho de
la mañana, por la radio, se comenzó a pedir que no llegaran más al estadio
porque no cabía ni una mosca y que el partido se iba a televisar en vivo a todo
el país.
Todo el
país estaba pegado al Gato del Canal 4, esperando las once de la mañana... ¡Y
con 2 goles de Mon Martínez, El Salvador ganó 3x0!... ¡Quedaba el partido
decisivo en Méjico!... ...Pero mientras, miles de salvadoreños que
llegaron y habían establecido en Honduras muchos años atrás, empezaron a llegar
expulsados y contando -"...Qué había una 'Mancha Brava' que
perseguía, violaba y asesinaba salvadoreños y cuyo jefe era el Coronel
Padilla"... Los diarios capitalinos le apodaron "El
Chacal de Olancho".
Y así de
fácil, el resultado de este partido, aunado con la enorme propaganda por Tv y
radio de ambos gobiernos, encendió el orgullo patriotero de las naciones
hermanas, y aún viendo el peligro de una guerra, la excitación de las
eliminatorias cegó a la gente.
La Tv y radio siempre hacían mofa de OLA
(Oswaldo López Arellano) el General-Dictador de turno de Honduras en aquella
época... un mes antes del mascón en Méjico, la número uno en la radio
era "un pájaro picón, picón". Pero en las calles empezó
a circular "Las Letanías" que sería la número uno
idiosincrasia, vulgaridad, o patrioterismo, como se quiera llamar, pero también
podría haber sido el producto de la propaganda intensa del gobierno para
encender los ánimos y "machismo" del pueblo contra los hermanos
hondureños... y la composición de Albertico Hernández
que también se conocía
como el Credo
de La Selección, en parte decía
así:
"Creo
en Pipo y en Mon
por que
al pobre de Varela
de tantos
fuertes trallazos
el culo
le harán pedazos
y lo
dejarán cagón
...San
Blas de la Piedra Poma
perdódanos
tanta broma...
Creo en Monge y Acevedo que no jugarán con miedo y que al pobre
de Wells de tanto ir y venir lo harán que se tire un pedo. ...San Blas de
la Piedra Poma perdónanos tanta broma...
Creo también en el Pulpo que
no se diga que es nulo y cuando agarre la bola les toque también el culo ...San
Blas de la Piedra Poma perdónanos tanta broma...
Creo en el Ruso y Cabezas que
no andarán con pereza y jugarán con más ganas y los pobres Hondureños se moverán
en la cancha como putas en la cama ...San Blas de la piedra poma perdónanos
tanta broma...
Creo en Rivas y en Mariona que han de parar a Cardona y
no quedarán a gusto hasta meterle la mona. ...San Blas de Piedra Poma prdónanos
tanta broma...
Y creo en la selección porque todo aquél cabrón que se diga
que es hondureño le pondremos de castigo atravezarle el chiquito con un leño
salvadoreño. ...San Blas de la Piedra poma perdónanos tanta broma...
Llegó la
noche del 27 de Junio, y el partido decisivo en el Azteca de Méjico, y
con gol de Pipo Rodríguez, la Selección Nacional le gana a Honduras 3x2 en
tiempo extra.
La alegría
en el país fue inmensa, en la capital, la gente salió a las calles a celebrar
con abrazos, gritos y pólvora, lo mismo en otras grandes ciudades; las bocinas
de los carros no cesaban de sonar... ¡Y eso que aún se tenía que jugar contra
Haití para clasificar!... ¡Pero lo que siguió fue inconcebible!... que todo fue
cierto, no lo sé, pero el gobierno dijo después que "300 mil
Salvadoreños" fueron expulsados de Honduras... y los matutinos empezaron a
reportar atrocidades que los hondureños estaban haciendo a los salvadoreños.
Los noticieros mostraban por Tv los muchos salvadoreños que empezaron a cruzar
todos los días el puente fronterizo del río Goascorán...al ver las noticias dramatizadas, los
sentimientos del pueblo se encendieron, yo mismo fui engañado con esta
propaganda fabricada.
Pasaron
años cuando, leyendo, me di cuenta que yo, como dos y medio millones de
salvadoreños, ¡habíamos sido engañados!... ¡Era inconcebible que por un partido
de fútbol se tuviera que ir a la guerra!, tenía que haber sido algo más
profundo, algo que la propaganda controlada por la élite ocultaba, y una cosa
cierta es que las raíces del conflicto fueron guardadas del pueblo, pues las
relaciones de los dos gobiernos ya estaban deterioradas!.
Una de las opiniones contrarias a la versión
oficial, y con la cual acuerdo, difiere grandemente con ella, ellos alegan que
el recién creado Mercado Común Centroamericano había desarrollado envidia
económica entre las "burguesas" empresas privadas de los dos países,
y esto había degenerado en disputas y envidias comerciales. Las exportaciones
salvadoreñas a Honduras se sextuplicaron, mientras las hondureñas sólo se
duplicaron; pero esto sólo lo entendían unos pocos, la masa del pueblo no
sabía, y si se hablaba de ello en los diarios o la radio, se hacía de modo que
no lo entenderían, y así usaron el fútbol como excusa, y las presentes
eliminatorias como mecha detonante.
La guerra
de las Cien Horas comenzó el 14 de Julio de 1969 cuando de repente, a
las 6 de la tarde, el país entero cayó en oscuras.
Nadie sabía
que pasaba pues la energía eléctrica fue cortada. A medianoche, por medio de
radios portátiles de onda corta, se agarró una estación tica, y se supo
que la “valiente” aviación salvadoreña había hecho un ataque sorpresa "tipo
israelí" contra la poderosa aviación hondureña y había destruido la
mitad de esta...
¡Todo de repente me encontraba en medio de una
guerra!. Nadie durmió esa noche, se decía que la "mitad de la poderosa
aviación hondureña" venía a bombardear la capital y el aeropuerto. Para
colmo, el "Excelentísimo Señor Presidente de la República General Fidel
Sánchez Hernández", un individuo de extremada corta estatura para ser
militar, calvo y "cholito" a quién la masa del pueblo llamaba
despectivamente "tapón", habló por la radio, a las dos de la
madrugada, la electricidad regresó por quizás 20 minutos para el mensaje, después de la paja patriotera advirtió
a la gente que vivía en la ciudad de Ilopango, y las colonias aledañas al
aeropuerto, no salieran de sus casas y durmieran debajo de las camas.
Pero en 1969
solo la colonia Santa Lucía y la ciudad de Ilopango estaban construidos próximo
al único aeropuerto del país: El Aeropuerto de Ilopango, que a su vez era la
base militar de la aviación. Los vecinos de toda la colonia nos encontrábamos
esa noche en angustia esperando el bombardeo.
Al
amanecer, dos aviones hondureños arrojaron dos bombas cada uno y se elevaron.
Los bombazos seguidos por el estruendo de las antiaéreas nos despertó a los
dormidos y salí a curiosear con mi padre. Las baterías antiaéreas no cesaban de
disparar lo que me pareció bolas de fuego que subían altísimo hurgando el
cielo; allá, más alto aún, logré ver dos pequeños aviones que volaban en
círculos. Sólo habían arrojado una o dos "bombitas", pero al
estruendo de la antiaéreas se elevaron, nunca más bajaron y al poco rato
desaparecieron... ¡y nunca más volvieron!...
Los aviones
de los dos países eran viejos "Mustangs" y "Corsarios",
desperdicios de la Segunda Guerra Mundial, ambos ejércitos estaban mal
entrenados y aún usaban armas de la Primera Guerra Mundial, algunos calladitos
decían que sólo era una guerra de pigmeos.
Pasamos dos
días sin poder salir a las calles, al tercer día los vecinos se juntaron en
grupos de padres de familia del pasaje y se tuvieron que aventurar a salir
porque se acabó la comida. Las pocas emisoras AM de la nación estaban en
"la gran cadena nacional" con Radio Nacional todo el santo día dando
"comunicados de guerra", elevando y dándole paja a la "gloriosa
Fuerza Armada" y echando veneno contra López Arellano y los hondureños, la
Tv también estaba en "Cadena Nacional". Para variar, también
"HRN", o la Radio Nacional Hondureña, se oía en la capital, dándonos
cuenta que desparramaban el mismo veneno que la radio salvadoreña.
Tapón
orgullosamente anunció la caída de la Cabecera Departamental catracha de Nueva
Ocotepeque en el frente occidental.
El
Frente Occidental estaba al mando del "héroe, General Medrano", a
quien se le conocía cómo "el Loco”, o “Chele Medrano", Director de la
"benemérita" Guardia Nacional y alegado agente de la CIA para
Centroamérica. Pero lo que sólo los hondureños recuerdan, pues a nosotros se
nos ocultó, son los robos de bancos, ganado, y sanguinarias masacres de
campesinos hondureños que este individuo hizo.
Por fin, la
guerra fue parada por los gringos el sexto día, con El Salvador habiendo
conquistado y luego devuelto pequeños pueblos y caseríos a Honduras ¡y nunca se
supo fijamente cuantos murieron!... sólo se decía "de miles de muertos
entre los dos bandos"... La propaganda proclamó victoria y la
bienvenida de regreso de la "heroica Fuerza Armada" fue apoteósica.
Yo mismo estuve presente bajo el sol y 34 grados de calor viendo desfilar
"al victorioso ejercito" en la Calle Rubén Darío y en el Flor Blanca,
¡en el que no cabía ni una mosca!... ¡Y el día fue decretado feriado nacional
con asueto!
¡...Por los mismos días que se firmaba el "armisticio
de paz" de la guerra anticuada, Neil Armstrong se convertía en el
primer hombre en poner un pie en la Luna...!