Después de cuatro años de hablar "chafa",
al fín se llevó al banquillo
de los acusados
a solamente dos de los involucrados
en un sonado caso por fraude
y estafa.
Uno, de una casa financiera era presidente.
El otro era contador,
pero de billetes ajenos.
Para las "Motursas" los dos eran buenos
y
con engaños embaucaron a mucha gente.
En menos de dos horas de estar sentados
en
el juzgado, al Tribunal de Conciencia,
parece que se les agotó la paciencia,
y
absolvió de "Dolo" a los acusados.
Con mucha pericia, el abogado
defensor,
a los miembros del jurado se dirigió;
y con llanto en sus ojos los
convenció
que su cliente és el hombre más honrado en El Salvador.
No es que
me la quiera llevar de listo,
pero, yo véo las cosas claras y transparentes.
Si
los dos acusados son inocentes,
entonces...¿Que se hizo todo el pisto?
Finsepro
prometía incrementar con creces
los depósitos de los incautos clientes.
Como
Lobo feroz, les clavó colmillos y dientes
y se comió, tanto capital, como también
intereses.
Que ésto sirva de experiencia a los estafados
pués fueron víctimas
de su propia codicia.
Y que, por su desbocada avaricia,
"fueron por lana...
y salieron trasquilados".
"Robertío" jura que no hará más otra
tontería
Que hoy pondrá un "negocito a la antigüita",
y que a aquellos
que se fueron en la "chicagüita"
hoy les quiere vender "El billete
premiado de la lotería".
Pueblo salvadoreño, la Justicia en El Salvador
no funciona.
Pués con estafadores, asesinos de religiosos, y un diputado borracho;
la
Dama de la Justicia salvadoreña se hizo... "Del ojo pacho".
pero a uno
que mató una vaca... lo condenaron a ocho años en Mariona.
Cierto día me invitaron a una recepción.
Era el cumpleaños de Doña Lupita.
Hubo
mucho guaro y pupusas de boquita
y allí se formó tremenda discusión.
Por favor
no me lo tomen a mal,
-dijo Don Toño ofreciendo la excusa-
díganme ¿de donde es
la mejor pupusa.
De Santa Tecla, Olocuilta o de la Capital?
Unos dicen
que las pupusas de arroz
de Olocuilta son las más sabrosas.
Otros, que las tecleñas
son las más famosas,
que a cualquiera le quitan el hambre atroz.
-Pedro
dice-: Yo tenía la idéa confusa
que a los turistas nacionales y extranjeros,
los
llevan a los Planes de Renderos
a probarle a Carmelita, su pupusa.
-Habla
Pablo-. No es "paja", se los juro;
pero los salvadoreños en Australia
se
comen la pupusa de Coralia
que tiene el chicharrón de canguro.
Pues a mi
-dice mi compadre Agustín,
que está medio sordo y loco-,
me gustan las de queso
con loroco,
las de ayote y las de chipilín.
El secreto del sabor -dice Don
Paco-
está en la masa y los ingredientes.
Una vez me quedó entre los dientes
un
par de pelos...de sobaco.
A mi,-dice el bolo de Don Ramón-
la pupusa que
más me gusta
es la pupusa de Doña Justa,
hasta se le sale el chicharrón.
A
mi- dice Don Enrique-,
la de Chavela me vuelve loco,
le pone de todo un poco
y
le huele a queso morolique.
La de Toñita es exquisita,
-dice Don Luís con
sabiduría-
No es que se los diga con picardía,
pero anoche me la comí calientita.
Todos
ustedes están mal
-dice Tomás, abriendo la bocota-,
La de María es la más grandota,
es
casi del tamaño del comal.
Con la de Marta te chupas los dedos,
-dice Juán
hablando de metido-.
Pero cuidadito con su curtido
porque te saca todos los
pe...los.
Me disculpan,-dice Don Martín-.
Déjenme decirles una cosa:
la
de Conchita es la más sabrosa,
le huele a pescado y a chacalín.
Las santanecas
son una gema,
-dice el marido de Doña Juana-.
No hay mejores que las de Santa
Ana.
Se les chorréa toda la crema.
Dice José: Todos están equivocados.
La
de Doña Julita es la mejor.
No hay pupusa más rica en El Salvador
Se la piden
a cada rato y por todos lados.
-Adela dice-: la cabeza me da vuelta.
El
trago me ha puesto caliente.
Que se pare el más valiente
y que pruebe mi pupusa
revuelta.
De pupusas no quiero saber nada.
-Dice Jimmy, un tipo afeminado
y extraño-.
A mi las pupusas me hacen daño,
prefiero una yucota sancochada.
A
Rosita entregué yo mi voto.
Ella tiene su "negocito" aquí en la USA;
vende
a gringos y paisanos su pupusa,
y a mi me la da ..."de choto".
Séa
hecha en plancha o en "poyetón" de leña;
de queso, chicharrón, frijoles
o de otra cosa;
siempre, la pupusa más sabrosa,
será la "original"
pupusa salvadoreña.