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- -Escuchadnos, pues, Ceacatl Quezalcohuatl
(que este era el nombre de la Estrella de la Mañana en su idioma, que era el
tolteca, o náhutl, o náhuate) a fin de que luego nos refiráis cómo ha sido
vuestro largo combate con la Luna. Aquí en Tlapallan, el rey de Cuscatlán,
llamado el Pez-Águila, quiso restablecer el culto de vuestro enemigo; pero
llenos de horror
por los sacrificios humanos, los hijos del País de
los Collares alzaron en alto sus escudos de oro, y, elevando al trono un pastor
se restableció la religión de la Estrella de la Mañana, la vuestra, y prueba
de ello es para vos ese colegio de sacerdotes, este templo. Es pues, este
antiguo Tlapallán,
el único país al parecer, donde no os ha vencido
vuestro enemigo el sanguinario Tezcatipoca, si como es de temerse,
habéis perdido la esperanza de que vuelvan al poder vuestros amigos de la
antigua Tula Anáhuac y en la ciudad pía, la famosa Cholula, célebre años hace ya por
su santuario.
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