- Aquí amamos los días claros o los tiempos
de acoso
- ciudad de amores y fechorías
- donde creció el canto y la leyenda
- de muertos y fantasmas vivos
- mientras el espejo se vaciaba de la
colérica muchedumbre
- hasta quedar humeante y quebrado sin
rostros ni almas;
- ciudad que vió caer lluvias de estrellas
y ángeles
- en noches de miedo y esperanza
- cuando en la radio aullaba un tiranuelo.
- Así te quiero urbe de lo grotesco,
- de punta a punta,
- repleta de ladrones envenenados por el
hambre,
- de niños jugando a la guerra de verdad en
el escampe,
- con luces multicolores en tus calles
- donde las golondrinas y el suicidio
danzan su musiquilla
- y la pobreza deambula los rostros
amarillentos
- de tus habitantes deshabitados.
-
Drogada por el narcótico de bombas de gas
- y répiques de metralla en tus avenidas
- recorriste tus años adolescentes;
- azotada por vientos de octubre,
- por tu Parque Libertad rebalsando de
fracasados,
- por cadáveres anónimos de tus poetas y
sus canciones de amor
- sobreviviste una guerra del gorila.
-
Mezclaste tu historia, tus coroneles y tus comandantes
- con aguas negras llenas de abortos, menstruación,
estiércol,
- cuerpos torturados, deshechos, órganos
mutilados,
- poetas injustamente ajusticiados:
- así has arrastrado tus años en estado de
sitio,
- recibido puestas de sol y silbidos de
pájaros.
-
- Valle de las Hamacas
- los terremotos te mecen como niña mimada,
- canción de cuna tétrico parece este
tiempo turbulento,
- ciudad del mejor café del mundo,
- azotada por políticos corruptos y por
toda
- la inmundicia consumista,
- por jóvenes amantes que te inundan
mientras alguien cae,
- por el amor al prójimo que hemos practicado:
- donde la vida fue un asalto permanente,
- el terror, una institución sagrada.
- Ciudad del alba y las más negras
historias,
- hija de pipiles guerreros e íberos
asesinos,
- territorio de aves emigrantes,
- dueña de ese vuelo de pájaros que regresa
en cada invierno.
-
- Donde nacieron nuestros sueños,
- donde ululan delirantes vientos de
octubre y la violencia:
- aquí
- junto al volcán, el lago y tus maizales
- deseo descansar al final de mi jornada
- y dialogar con mis amigos muertos
- bajo el fuego eterno del amor.