MISANTO SUNCÍN

        Misanto Suncín nació en la ciudad de Tecoluca, en el Departamento de San Vicente. Se graduó de Bachiller en Física y Matemáticas en el año de 1977. Desde muy temprano empezó a escribir poesía ganando algunos festivales regionales. Por cuestiones políticas abandonó El Salvador en el año de 1982. Actualmente se desempeña como agrónomo avícola para una compañía que se dedica a la comercialización de Pavos en el estado de Carolina Del Norte, U.S.A.

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MENDIGO DE AMOR

Quisiera probar lo que llevas dentro,
eso prohibido que pasión desata;
eso que siempre guardas y ocultas,
pero que la mente siempre lo arrebata.

Piel la tuya, que acalora y rima,
mis versos de fuego que al arder
consumen el ansia, y mis deseos,
dentro de tu vientre se irán a perder.

No importa que pecado cometa,
al penetrar tu cuerpo con el mío,
si solamente lo pienso y lo deseo,
siempre obtendré el mismo castigo.

Dame más y aprieta mi muslo,
acurruca tu alma sobre mi pecho
y deja que tu boca grite al caer
tu suspiro final sobre mi lecho.

 

 

 

 

ENVIDIA DE AMOR

Tu pelo, noche eterna persiguiendo luceros,
destellos de púrpura tus ojos encendidos;
soberbios volcanes tus senos escondidos
entre apacibles mares, lagunas y esteros.

Cadencia de Diosa tu cuerpo al andar
y es frescura de arboleda tu aliento;
como ríe y se divierte con tu pelo el viento,
como envidian tu boca la perla y el coral.

Como liban la miel del panal salvaje,
que poco a poco de tus labios se destila,
el colibrí, la paraurata, la golondrina.
El gorrión por un beso tuyo cambia su plumaje.

Envidia tengo yo de la noche, del lucero,
del pájaro salvaje que a tu nido se arrima;
también del viento y de su silbo que rima
canciones de amor de un bendito cancionero.
 

TU NOMBRE

...Y no te llamaré por tu nombre.
¡Te llamaré Pedazo de Cielo,
Brisa de Mar, Eco de Montaña!

...Y cuando llegue el ocaso,
quiero que me cubra tu cabellera negra
para que la noche sea eterna y larga
y así, nunca pueda dejar de amarte.

                                                                                        
 

FUEGO DE AMOR

Su cuerpo, parecía como una fragua.
Yo, me sentía como un hierro candente,
rojo por fuera, por dentro caliente.
Mi disimula mano subió su enagua.

Me apretó el alma con fuerza vehemente
y desnudarme quiso con su mirada,
se me fue el habla, no pude decir nada
y empujóme a su lecho suavemente.

Tomé sus manos para sentir su fuego,
me quemó su piel, me arropó su locura;
invención de amor al mover su cintura,
remolino sin fin ¡Por Dios te lo ruego!

Su boca no pronunció palabra alguna,
sus labios sólo mutilaban suspiros
y en el temblor de cuerpos retorcidos
baja una fuente formando una laguna.

 
 

AMOR PASAJERO

Usted no sabe, señora, lo que mi cuerpo siente
cuando mis ojos, al pasar, la siguen mirándola.
Con la boca abierta me quedo desnudándola
y haciendo más de mil travesuras con la mente.

Con temblor de suspiros desgarro su vestido,
me falta la respiración, me tiemblan las rodillas.
¡Señora!, en el estómago siento de cosquillas,
carnaval de emociones desvanece mi sentido.

Así, la sigo acosando a lo largo de la Avenida,
imaginando conciertos de juegos prohibidos,
creando turbulencias de movimientos perdidos
que originan sus caderas cual palmera herida.

Y ya, cuando se pierde en la última esquina,
con apuro mi mente a su falda se asoma
para medir su talle, para beber su aroma
que derramado al viento queda cuando camina.

DESEOS

Deja que mis labios de tus labios liben
divino néctar que tu paladar exhala,
locura de amor que mi pasión reclama
que tu cuerpo desnudo mis ojos miren.

Deja que mi deseo de tu deseo se llene
y rompamos el silencio con mil gemidos,
cerremos los ojos, hablemos con suspiros,
regálame el secreto que tu cuerpo tiene.

Tú me darás lo tuyo, yo te daré lo mío;
buscaré entre lo más oscuro de tu cuerpo
donde depositar mi libido sin frenos,

y ya, cuando el deseo yace casi muerto,
fuerte apretaré con mis manos tus senos
y correrá mi pasión como agua por un río.

Tamen

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