Hace alrededor de 35,000 años antes de Cristo, El Hombre de Neanderthal fue reemplazado en Europa por un hombre más hábil, alto, y más inteligente: El Hombre de Cro-Magnon. A partir de ellos se tiene conocimiento del génesis de la pintura y arte humana. El Hombre de Cromagnon no sólo era buen pintor, sino un escultor bastante bueno y también grabador, cincelaba esbozos de animales en los muros de las cuevas, y luego pasaba a esculpir en alto relieve. Las pinturas son asombrosas, pero abarcan muy pocos temas, y aparte de los brujos, no aparecen seres humanos, y las pintaron pensando en su efecto mágico en lugares recónditos e inaccesibles. En esencia, la pintura llegó a ser sólo un vehículo de magia para la buena caza....
Las Cuevas de Altamira en España (llamada "La Capilla Sixtina de la Prehistoria"), y las de Dordoña en Francia, ambas con 14,000-13,500 años de antigüedad, dan a conocer mucho de Cro-Magnon y su arte. En ellas sobresale el tema de animales de la época que eran útiles al hombre. Se le rendía culto a ellos para mantener asegurada la caza. Hay fuerza en el uso del color...
El Hombre de la edad de piedra del período Paleolítico Superior (30-20 mil años), en sus tallados predominan los mamíferos. En muy raras ocasiones pintaban en tallados algo como un ave, un pez o una serpiente; en sus trabajos, los animales siempre se muestran de perfil, con líneas seguras y atrevidas. Los artistas empleaban tierras y arcillas de colores diferentes, mezcladas con carbón vegetal y grasa de animal.
Aplicaban el color ya fuese utilizando un lápiz tosco hecho de esta mezcla o soplando contra la pared colores en polvo seco por medio de un hueso hueco como el mostrado, los colores eran absorbidos poco a poco por las paredes calizas, lo que explica su larga duración.