CENTROAMÉRICA
¡Oh madre Centroamérica! sereno espacio del azul marino, deletreado sendero que
conduce a la tierra prometida. Telúrico reclamo por la dicha suprema de la unión. En
ti los pinos sueltan su verde crin al viento para zurcirlos las nubes del verano. En
ti las tardes mueren musitando el recuerdo de la indómita raza primitiva. Tus
venados son voces para anunciar el salto del nuevo amanecer por que luchamos. ¡Centroamérica
mártir! Insinuación de celestial remanso donde juega el quetzal con el zenzontle
niño. Noticia jubilosa presentida en rosales y claveles. Mano extendida como
abierta palma hacia la azul promesa de las horas que vienen. ¡Centroamérica Madre! Cuando
llueva el manjar de tu palabra unida por el hombre, te esperaré en la ruta del
común calendario de tu mares. ¡Y un nuevo sol motivará mi sangre!
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DUDA
Cierra la tarde su balcón sonoro. ¿Adónde se irá el sol cuando se apaga? llevo
ésta duda gris como una llaga nacida en la raíz de lo incoloro.
Es un dolor
que por dolor lo imploro. Un grito...una luz...es una daga. Es leve góndola
que vaga en el vaho sin fé de mi decoro.
¿Adónde se irá el sol. Habrá una tierra, otro
mundo sin llantos y sin guerra, una patria de tibios colmenares?
La tarde
desvanece sus encajes, y aquí, frente a la voz de los paisajes, está mi duda
deshojando altares.
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