Su vida fue corta y murió de Hemoptisis. Fue periodista, crítico teatral y literario. Casal representa, mejor que ningún otro en su generación, el Neorromanticismo decadente. Su obra, en verso y prosa estuvo repleta de dolor y muerte, el hastío y la inadaptación, la amargura y la impotencia, el ansia insaciable de evasión. Rubén Darío lo conoció en su paso por la Habana (1892) le llamó "Hondo y exquisito príncipe de melancolías".
EL ARTECuando la vida como fardo inmenso, |
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HELENALuz fosfórica entreabre claras brechas |
Mi corazón fue un vaso de alabastro
donde creció, fragante y solitaria,
bajo
el fulgor purísimo de un astro
una azucena blanca: la plegaria.
Marchita
ya esa flor de suave aroma,
cual virgen consumida por la anemia,
hoy en mi
corazón su tallo asoma
una adelfa purpúrea: la blasfemia.
LA NIÑA DE GUATEMALAQuiero, a la sombra de un ala, |
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POÉTICALa verdad quiere cetro. El verso mío VERSO XLIVTiene el leopardo un abrigo |
Poema recitado camino al patíbulo:
Ser de inmensa bondad, Dios poderoso,
a vos acudo en mi dolor vehemente;
extended
vuestro brazo omnipotente,
rasgad de la calumnia el velo odioso
y arrancad
este sello ignominioso
con que el mundo manchar quiere mi frente.
Rey de
los Reyes, Dios de mis abuelos,
vos sólo sos mi defensor. Dios mío:
Todo lo puede
quién al mar sombrío
olas y peces dió, luz a los cielos,
fuego al sol, giro al
aire, al Norte hielos,
vida a las plantas, movimiento al río.
Todo lo podéis
vos, todo fenece
o se reanima a vuestra voz sagrada;
fuera de vos, Señor, el
todo es nada
que insondable eternidad perece,
y aún esa misma nada os obedece
pues
de ella fue la humanidad creada.
Yo no os puedo engañar, Dios de clemencia;
y
pues vuestra eterna sabiduría
ve al travéz de mi cuerpo el alma mía
cual del aire
a la clara transparencia,
estorbad que humillada la inocencia
bata sus palmas
la calumnia impía.
Más si cuadra a tu suma omnipotencia
que yo perezca cual
malvado impío,
y que los hombres mi cadaver frío
ultrajen con maligna complacencia,
suene
tu voz y acabe mi existencia;
cúmplase en mí tu voluntad, Dios Mío.