Escuchando en la radio que peleábamos la clasificación, un domingo decidí ir
al estadio a apoyar a nuestra selección.
El locutor, con voz patriota, a
los fanáticos nos aseguraba: "nuestra selección mueve bién la pelota, y
les vamos a meter una goleada."
¡Hoy no voy a ir a misa!, -le dije
a mi mujer con alegría-, para el Cuzcatlán salgo de prisa pues juega "la
Selecta" al mediodía.
Ella dice: ¿Por qué vas al estadio, si por el canal
cuatro lo van a televisar? También lo van a pasar por la radio. ¡Lo que querés
es irte a chupar!.
Te juro vida mía, que sólo voy a ver el masconcito. No
me voy a echar ni una fría y me regreso a la casa rapidito.
Parecía chiche
el volado pues jugábamos contra Surinam. Compré mi ticket en el negro mercado, y
de maje, que me zampo al Viet Nam.
La cancha estaba bién engramadita. El
Cuzcatlán lucía lleno hasta el tope. Estaba saludando a los de la Lomita, cuando
me cáe una cagada de zope.
"Es un augurio de buena suerte"
-me dije-, "segurito que ganaremos éste día." Atrás de mí había
un gran des...pelote. Había guerra con sandía.
Soltaron vejigas por todos
lados. Y un cipote cholco y canijo, agarra una y me fijo que eran condones
inflados.
Saltan a la cancha los negritos bajo una lluvia de bolsas con
fuego. Pensé: "se ven fuertes estos morenitos pero segurito ganaremos
este juego."
Al fín salen nuestros jugadores al compás del "pájaro
picón, picón." Truenan metralletas y silvadores y la KL toca "Arriba
con la Selección:".
De pié empezamos a cantar "Saludemos
la patria orgullosos..." Nuestro himno toca la banda militar. Se me
han puesto los ojos llorosos.
Gana el saque inicial la selección, y en mi
mente empiezo a calcular el pisto que se van a hueviar los directivos de la
Federación.
¡Llegó la hora esperada, empezó la socazón. Primera jugada. Pelota
parada. Tiro de "corner". A favor de la selección.!
Los nuestros
se meten a la buruca y metemos un gol de cabezaso. Siento un fuerte golpe en
la nuca. Me sonaron de un sandillazo.
El gol se empieza a celebrar, pero
no lo ví por el cachimbazo. Al que me golpeó empiezo a controlar para fajármelo
de un mangazo.
Un bicho malcriado y metido, que se estaba comiendo una
minuta, me grita: "sentáte viejo hijue...lule dejá ver a gusto el
partido."
Los negritos mueven la bola de nuevo. Su equipo se está poniendo
abusado. A uno le dan una patada en un hue...so y nos sacan un defensa expulsado.
El
árbitro marca la falta. ¡Tiro libre directo!. La pelota viene bién alta. El
portero se lanza perfecto.
Fué un tiro chanfleado y brutal que el delantero
lanzó en gran carrera. Pasó encimita de la barrera y se estrelló contra el paral.
Los
contrarios con insistencia se lanzan al contragolpe rapidito. En un descuido
de la defensa nos meten un gol de taquito.
"Era off-side".
El "coach" viene a protestar. Pero el árbitro no le hace caso. Al
"line man" se fajan de un botellazo por no marcar el fuera de lugar.
Uno
a uno el marcador, y teníamos dos jugadores amonestados. Yo rezaba: "Ojalá
gane El Salvador", y que me cáe una bolsa con mia... Aquí si me
vine a enojar, pués yedían mis ropajes. Al que me "bañó" quise divisar, pero
todos se hicieron los majes.
"No se enoje, ni se ponga del carajo." -Me
dijo el que estaba a la par-. "Si se quiere desquitar, aviéntesela a
otro más abajo".
Y así con el marcador empatado terminaron los primeros
45 minutos. "Ojalá no perdamos por brutos" -me decía- ya un
poco preocupado.
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Técnicos y jugadores se ván velozmente corriendo. Se
dirigen a los vestidores para la táctica estar discutiendo.
Bajé las gradas
hasta el murito, pués me dieron ganas de orinar. Me llovieron proyectiles en
un momentito, y por "mión", me vinieron a "fusilar".
El réferi suena su gorgorito, la bola va contra la meta salvadoreña. La afición
lanza un grito: "Párenlos a pura leña."
La número cinco la
tiene el atacante, un negrito de larga melena, y en una jugada impresionante, nos
mete un gol de chilena.
Una vieja curcucha, que andaba con su marido, me
tira yuca con curtido que me vuela la cachucha.
"Vaya a sonarse
a su abuela", le dije viéndola entre las faldas. "Como se ve
que no fué a la escuela, mejor aviénteme las nal..."
Su marido bravucón, que
tenía un lunar en el cachete, saca tamaño machete y me dice: "te voy
a mandar al panteón."
Los aficionados curiosos de las graderías
de sol, nos vén pelear como babosos cuando nos zampan el tercer gol.
Sacamos
la pelota de nuevo. El equipo está jugando muy mal. Al mismo negro le dán en
el otro hue...so y nos expulsan al otro central.
Uno de los nuestros, que
tiene tamaña panza, a un negro le da un codazo en la rabadilla, y el mulato
con alevosa venganza le da una patada en la chimpinilla.
Peléan isleños y
salvatruchas. Se levanta excitada toda la mara. Al árbitro le cáe una "polla"
en la cara y manda a los dos peleoneros a las duchas.
Reparten leña los
salvadoreños, y el árbitro de Costa Rica marca "Penal" en el área chica a
favor de los caribeños.
Toma carrera el negro aceituno, y nuestro portero
abusado se lanza para el otro lado, y ya nos llevan cuatro a uno.
Se
reanuda de nuevo el mascón. A un negro le dejan la pata coja. Por poquito le
sacan tarjeta roja a nuestro volante de contención.
Un maistro que estaba
atrás me regala un trago de alcohol. Le dije: "Esto sabe a aguarrás", cuando
metemos un troncho de gol.
"El mago", que es lindo para "driblear," al
defensa le hizo un sombrerito; y antes de al arco rematar al portero le hizo
el tunelito.
Ya sólo queda poquito rato, el tiempo se está terminando. Surinam
nos está ganando, perdemos dos a cuatro.
Termina el partido finalmente. Los
nuestros lloran acurrucados. Los negritos se abrazan alegremente. ¡Del mundial
quedamos eliminados!
Unos tipos bién borrachos al árbitro así le gritaron: "¿Cuanto
pisto te pagaron mexicanos y catrachos?"
Empiezo a buscar la salida. La
marabunta sale al galope. Por un túnel hago la huída, y de un bolsazo me dejan
miope.
Afuera había un gran relajo. Dos bolos se estaban dando riata. La
policía daba golpes a destajo. Yo me fuí a mi casa a pura pata.
Al llegar,
mi mujer me recrimina: "Venís con juelgo a guaro y yedés a muerto. Segurito
venís de chupar del puerto y salís con que venís de la partida."
"Te
juro, mujer adorada, que vengo de ver el encuentro. Si me vés todo chuco, como
esperpento, es porque me pasó encima la cuchada."
"Pues ahora,
por andar de necio vás a dormir en el sofá." "Yo me voy con los bichos
donde mi mamá." Te castigaré con "el látigo de mi desprecio."
"Te
juro que no me vuelvo a portar mal. Y al estadio no regreso a ver otro partido. De
ahora en adelante del fútbol me olvido... ...hasta el póximo mundial."
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