En
1562, el fraile franciscano Diego de Landa, mandó incinerar
públicamente una biblioteca Maya completa llena de libros antiguos
escritos en jeroglíficos, o sea, un verdadero tesoro arqueológico.
Este sencillo e irracional acto, barrió nuestras esperanzas de despejar
tantas incógnitas que ahora nos persiguen sobre Los Mayas. Esta incineración
se ha comparado al incendio de la biblioteca de Alejandría hace dos mil años... Irónicamente, este mismo fraile es el autor de la obra
"Relación de las Cosas de Yucatán", libro tan
vital hoy día para el estudio de la cultura Maya.
Muy
pocos documentos se conservan de los Mayas Clásicos y su cultura, pero
los pocos disponibles muestran su vasta profundidad de conocimientos,
pero además, su estudio sobre el orígen del hombre, las cosas,
y el universo... este es el tema central de su más difundido documento
cultural: El Popol Vuh.